Me habría gustado ponerme en camino de inmediato para ir y decirle lo fuertes que eran mis sentimientos por ella. Pero América Latina queda lejos de aquí. Para conseguirlo, sólo hay una solución: el desplazamiento. Y, quien dice desplazamiento, dice mecánica. Y así, decidí dedicar mi vida a la mecánica. Como una metáfora del sentimiento amoroso. Salvatore, una fábula divertida y singular, traza los destinos paralelos de un perro mecánico que construye un automóvil en secreto para ir en busca de su amada del otro lado del Atlántico, y de una cerda obesa y miope que busca por cielo y tierra al cochinillo que acaba de perder.