En su lucha contra los incendios, la unidad de bomberos paracaidistas que guarda los bosques de Montana está acostumbrada a poner su vida en peligro, pero esta vez el fuego no será su único enemigo.
Nora Roberts se sumerge en el mundo de los bomberos de élite, los que arriesgan su vida para controlar los incendios en las zonas forestales más lejanas.
Los bomberos paracaidistas de Missoula forman uno de los equipos más capacitados de Estados Unidos. Entrenados para saltar en zonas agrestes de difícil acceso, entran en acción para atajar de forma rápida incendios forestales y controlarlos mientras sus compañeros intentan llegar a la zona por tierra. El suyo es un combate a vida y muerte contra las fuerzas desatadas de la naturaleza.
Rowan Tripp lleva esa lucha en la sangre. Su padre, Lucas Tripp, es una leyenda entre los veteranos, y ella sigue sus huellas desde los dieciocho años. Para Rowan, volver cada verano a los bosques de Montana es como regresar a casa. Pero ahora dicho hogar alberga un fantasma, el de Jim, el compañero a quien perdió el año anterior y cuyo recuerdo sigue flotando en el aire y hace que la legendaria seguridad en sí misma que Rowan poseía empiece a tambalearse.
Por suerte, el grupo de novatos que se incorporan esa temporada es excelente, y entre ellos destaca Gulliver Curry. Gull, directo e independiente, llegó a Missoula tras los pasos de Lucas Tripp e inmediatamente quedó fascinado por la hija de su héroe.
Rowan tiene como norma no mezclar amor y trabajo, pero los inquietantes acontecimientos que empiezan a suceder en el campamento lo pondrán todo en jaque.