El concepto de sociabilidad está ampliamente incorporado a los estudios históricos. El término es una vieja palabra, ya presente en el léxico castellano desde al menos mediados del siglo XVIII. En el siglo XIX, numerosas serán las obras en valerse de las voces "sociabilidad" y "sociable" al referirse a las relaciones humanas. Durante décadas, ha ampliado campos -cultura política, espacios y tiempos, acción social, género- y ha precisado contenidos, a la par que ha pulido cierta plurivocidad procedente de su elaboración desde matrices teóricas diversas, cuando no dispares.