Acerca del coprotagonista de esta historia. Se llama Pablito. Tiene una madre, Clara de noche, que se desvive por él, y los dos se aman profundamente. Ella está siempre atenta a las necesidades de su hijo. Pablito va a la escuela. A veces se distrae un poco, eso sí, porque se le cruza alguna niña que él cree que será el amor de su vida. Pero, en general, es inteligente, solidario, ocurrente, buen amigo, travieso y melancólico. A Pablito le gustaría tener un padre, como tienen (algunos de)
los otros niños. A veces se sienta en la acera a ver pasar señores e imagina que alguno se le parece tanto como para que le sea imposible negar su estrechísimo parentesco. Dulce, cariñoso, apegado a esa madre maravillosa y luchadora que tiene, vivaz, curioso, inquieto. Así es Pablito. ¿Nos quieren decir entonces por qué en el barrio las vecinas deslenguadas andan diciendo que es un hijo de puta?