Marga enseña a Hortensia su estupendo disfraz nuevo de hada. Esa tarde van a jugar a imaginar que Marga es un hada con poderes mágicos. Marga hace el primer conjuro y, sorprendentemente, se hace realidad. Prueba de nuevo y, una vez más, su conjuro tiene efecto. Hortensia no para de reírse porque los encantamientos no resultan exactamente como Marga desea. Marga, harta de tanta risa, decide en un arrebato convertir a su amiga en sapo. De nuevo, el encantamiento se realiza y Hortensia queda convertida en sapo. Enfadada por su arrebato, Marga también destruye la varita mágica, lo que le impide revertir la magia. Solo le queda llevar al sapo hasta la madre de Hortensia y pedir disculpas. Sin embargo, cuando llega a casa de su amiga acompañada por el sapo, la madre de Hortensia le descubre que su hija es una maga y que le estuvo tomando el pelo toda la tarde.