Desde pequeña, la santa de Ãüvila conoció el valor para morir por Je sucristo, incluso jugando a ser mÃírtir. No dejó nunca esta valentÃa , sobre todo cuando mostró su autonomÃa de pensamiento frente a sus compañeras de convento. Con trabajo y esfuerzo, llevó adelante la re forma del Carmelo. Demostró sus dotes de liderazgo al recorrer los ca minos de la España de su tiempo fundando conventos que todavÃa hoy m antienen el mismo espÃritu que ella les inculcó.