Hugo es tartamudo y Bernardo, disléxico. El matón de la clase les hace la vida imposible porque piensa que son raros. Por eso los dos amigos deciden fundar un club, donde sentirse menos solos y más seguros. Qué sorpresa se van a llevar cuando descubran que no son los únicos que quieren formar parte de El Club de los Raros!
Lo "normal" es ser "raro". Todos lo somos. Por eso, lo más importante es aprender a reírse de uno mismo.