Jorge y Berto vuelven a sus bromas pesadas habituales. No parece que su conducta haya mejorado en absoluto desde que hipnotizaron a su odioso director, el señor Carrasquilla, y lo transformaran en el Capitán Calzoncillos. Para hacer fotocopias de su nueva entrega del tebeo del Capitán Calzoncillos, utilizan el invento de uno de sus compañeros, que se va a presentar en una feria. Sin darse cuenta, crean a los feroces retretes parlantes y a su diabólico jefe, el tiránico Retre-Turbotrón 2000. Cuando los ven los profesores, la señorita Pichote chasca los dedos y el director se vuelve a convertir en el Capitán Calzoncillos. Este vuelve a salvar a la escuela y después se convierte de nuevo enáel malvado director Carrasquilla.