La diversión es su recompensa. Nada más.
Spiderman lo sabe: inició su carrera superheroica por una deuda de sangre. Jamás ha cobrado un céntimo por hacer lo que debe. No es que no lo haya intentado, claro está. Como aquella vez que acudió a
Los 4 Fantásticos dispuesto a unirse a ellos a cambio de un sustancioso sueldo.
Eso fue en sus comienzos como aventurero, y desde entonces
Peter Parker se las ha apañado para llegar a final de mes sin recurrir a las telarañas. Pero, ¿qué ocurre cuando alguien pone encima de la mesa un sustancioso cheque? Lo veremos en el próximo número, cuando entremos de lleno en la electrizante saga "Complot para un magnicidio".