La estética de
spiderman fue asentada en los años sesenta, primero por Steve Ditko, el creador gráfico del personaje, y luego, y sobre todo, por John Romita, el dibujante que elevó al trapamuros a las más altas cotas de popularidad.
Desde entonces ningún otro artista había conseguido cambiar la percepción que los aficionados tenían del Hombre Araña. Todos los dibujantes seguían el estilo imperante desde los primeros tiempos, temerosos de traicionar la que se había convertido en imagen de fábrica de Marvel.
Todos... Hasta que llegó él. En el próximo número, presenciaremos la irrupción en la franquicia arácnida de Todd
McFarlane, un artista destinado a remover los cimientos del trepamuros.