A través de un episodio de historia militar,
Simon Scarrow nos adentra en
Las garras del Águila en el mundo de los druidas y los ritos de las llamadas tribus bárbaras, en este caso los durotriges. El ejército romano, que no ceja en su empeño de conquistar Britania, se enfrenta a un crudo invierno mientras espera el momento propicio para continuar su avance, pero el secuestro de la familia del general Aulo Plautio complica sus planes.
El centurión Macro y el optio Cato son enviados a tierras desconocidas, en compañía de un intérprete que se revelará muy poco útil, para intentar liberar a los secuestrados, y ello les llevará a enfrentarse a las más sorprendentes y arriesgadas aventuras, sin otra ayuda que su ingenio (y la ingenuidad de los
bárbaros).