A Tochtli le gustan los sombreros, los diccionarios, los samuráis, las guillotinas y los franceses. Pero Tochtli es un niño y ahora lo que quiere es un nuevo animal para su zoológico privado: un hipopótamo enano de Liberia. Su padre, Yolcaut, un narcotraficante en la cúspide del poder, está dispuesto a cumplir todos sus caprichos. No importa que se trate de un animal exótico en peligro de extinción. Porque Yolcaut siempre puede. Tochtli vive en un palacio. Una madriguera recubierta de oro en la que convive con trece o quizá catorce personas: matones, meretrices, dealers, sirvientes y algún político corrupto. Y además está Mazatzin, su profesor particular, para quien el mundo es un lugar lleno de injusticias donde los imperialistas tienen la culpa de todo. Fiesta en la madriguera, una excelente y más que prometedora primera novela, es la crónica de un viaje delirante para cumplir un capricho. Cabezas cortadas, ríos de sangre, restos humanos, montañas de cadáveres. La madriguera está en México y ya se sabe: México a veces es un país magnífico y a veces es un país nefasto. Las cosas son así. La vida, al fin y al cabo, es un juego y una fiesta. á "A pesar de la ingenuidad ?aparente- con que está contado el relato, a pesar de que el niño narre como su fuese un niño que está contando, en realidad ?ésa es la ironía, el humor ácido de Villalobos- ese pequeñolord es el hijo de un narco muy poderoso y enseguida reconocemos el paisaje en su totalidad... Ese es el acertado punto de vista ?con mucho humor ácido- por el que ha optado Villalobos para mostrar por la ventana del televisor del pequeñolord y narcoinfante un paisaje mexicano" Javier Goñi, El País. ?Una demoledora ópera prima... Una lograda nouvelle que narra la vida cotidiana de un poderoso narco recluido en su palacio ?léase madriguera? desde los diáfanos ojos de su hijo... Un breve y magistral debut que convierte la novela de narcos en virtuosismo narrativo? Matías Néspolo, El Mundo. ?No se pierdan esta refrescante novelita, aunque sólo sea por el delicioso lenitivo literario con que nos hace soportar una realidad tan sórdida y cruel como la que nos describe" Enrique García Fuentes, Hoy de Extremadura. ?Con este libro hemos descubierto a Juan Pablo Villalobos, un virtuoso del lenguaje que sabe penetrar en el inaprensible mundo de la literatura, despejando una a una sus incógnitas?. José Antonio Aguado, Diari de Terrassa. ?Fiesta en la madriguera es un ejercicio deslumbrante y perturbador... Villalobos juega con un arma de dos filos: alterna el horror de nuestra lectura con la cotidianidad casi trivial con que el narrador describe su mundo... Fiesta en la madriguera bien puede convertirse en un indiscutible clásico del género. Una novela que nos rompe el corazón (que sabíamos roto hace tiempo, pero que de todas maneras duele) y nos invita tanto a la carcajada como a la inevitable reflexión frente a un subtexto político de implacable actualidad y pertinencia? Ricardo García Mainou, El Economista. ?Juan Pablo Villalobos entra al mundo literario pisando fuerte con Fiesta en la madriguera. Es un libro que hay que leer por su gran valor estético y su excelente tono humorístico. Por la claridad que nos propone Villalobos en lo más oscuro del presente? Teresa García Díaz, Amerika. ?En medio de esta especie de boom de la llamada narcoliteratura, Villalobos ha logrado no caer en el moralismo con la voz de ese niño, extraña y cruel en su inocencia? Gabriela Wiener, Blog El País. "Incluso Anagrama, que hasta ahora se había mantenido al margen del narcoestruendo, acaba de publicar Fiesta en la madriguera, de Juan Pablo Villalobos, una novela deudora de Trabajos del reino, en el sentido de que sucede dentro del palacio de un narco, pero que por estar narrada por un niño revela mejor que ninguna otra la sangrienta ingenuidad de los señores de las drogas: para un mundo de valores simples, una mente simple: la articulación de hombría y riqueza como una escala axiológica de sólo dos peldaños" Alvaro Enrigue, Revista Chilango. ?Al igual que en el magnífico Cándido de Voltaire, el asunto de este libro no es tanto qué le sucede al protagonista sino cómo este percibe el mundo que lo rodea y cómo su mirada sobre ese mundo se convierte en una denuncia. Algunos podrán considerar que la escritura de una novela cómica sobre el pozo de violencia y terror en el que parece haber caído irremediablemente México es una frivolidad, pero Fiesta en la madriguera demuestra que hay en la comicidad una potencia subversiva a la que todo escritor puede recurrir. Juan Pablo Villalobos se vale precisamente de ella para entregar una muy buena primera novela, cómica y dolorosa a un tiempo, aparentemente simple y, sin embargo, tan compleja como los sentimientos de un niño hacia un padre que le miente y del que sabe que es un asesino, y como la tragedia mexicana que es su tema subterráneo? Patricio Pron, El Boomeran(g). Reseñas alemanas: «La perspectiva de esta novela engendra un fuerte y interesante efecto de alienación, cuando las cosas, tal como aparecen en la mirada del niño, no son como deberían ser. Es un efecto que evoca otras obras famosas de la literatura mundial ? como el primer capítulo del ?Simplizissimus? de Grimmelshausen» (Wolfgang Schneider, Frankfurter Allgemeine Zeitung). «Con esta breve novela Juan Pablo Villalobos llega hacia las más profundas manifestaciones del nexo entre crimen y poder» (Eberhard Falcke, Tagesanzeiger). «Un libro que se lee como un brote lateral, llegado desde ?la parte de los crímenes? en 2666 de Roberto Bolaño? El autor apunta con mucho humor negro y mucha energía satírica hacia cómo funcionan los elementos básicos de la mentalidad masculina en su patria. Una fulminante mini-novela» (Wolfram Schütte, Deutschlandfunk). «Frases magníficas, ligeras como plumas, que te saltan encima. Se desarrollan en la mente del lector de manera cortante y precisa, dejan espacio a cadenas de asociaciones, dejan pelearse a mundos de sentimientos. Y mientras tanto Villalobos nunca molesta a los lectores con interpretaciones concretas ni consideraciones morales» (Valentin Sch"nherr, WOZ ? Wochenzeitung). «Basta el laconismo de esta novela para enamorarse de ella» (Maren Keller, Der Spiegel).