En 1990 se propuso por primera vez en una revista científica una definición y un modelo teórico de inteligencia emocional. Desde entonces, la investigación sobre inteligencia emocional no ha dejado de aumentar cada año, acumulándose así innumerables datos que han permitido responder algunas preguntas y formular o reformular otras.
Esta obra, publicada en conmemoración del vigésimo quinto aniversario de la inteligencia emocional como constructo científico, revisa las implicaciones de la investigación sobre inteligencia emocional para la mejora de la calidad de la educación integral, en general, y de la educación emocional, en particular.