“El primer cuento, el amo de
la casa: cuentos hasta el alba, el forastero”, reza un proverbio que ilustra hasta que punto la narración de historias era algo fundamental para la sociedad gaélica que floreció durante siglos en las Tierras Altas escocesas. A finales del siglo XVIII, los grandes terratenientes locales asestaron un golpe fatal a esta cultura al expulsar masivamente a los campesinos de las tierras que habían cultivado durante generaciones. En esos tiempos revueltos, el abogado J.F. Campbell, tras descubrir su pasión por los cuentos, reclutó a un variopinto grupo de colaboradores (que comprendía desde maestros y clérigos hasta un guardabosque) y, con su ayuda, creó un archivo de literatura tradicional único en su tiempo. Los 55 relatos de este libro son una pequeña muestra de este tesoro: cuentos de gigantes y ogros, historias épicas de reyes y guerreros, leyendas sobre
la comunidad secreta de los sídhe, sin faltar los cuentos de animales o las desternillantes aventuras de pícaros y embaucadores.