Tan breve como certero, este ensayo desarrolla sobre un relato de ficción las ideas de notables escuelas filosóficas, desnudando sin piedad ùy riéndose en primer lugar de sí mismoù muchos de nuestros absurdos cotidianos.
Por medio de unos personajes inolvidables y apoyado en reputadas teorías, Fernando Lobo nos pone frente a ese juego de espejos al que tranquilamente llamamos la realidad.