Valoramos como ningún otro el estrecho vínculo entre los humanos y los perros. Son leales, obedientes y cariñosos; de veras el mejor amigo del hombre. Sin embargo, ¿nos quieren nuestros perros tanto como nosotros a ellos? El neurocientífico de la Universidad de Emory había pasado casi dos décadas aplicando la tecnología de imágenes por resonancia magnética para estudiar cómo funciona el cerebro del perro, pero le picaba aún una cuestión: ¿Qué está pensando mi perro? Después de que su familia adoptara a Callie, Berns decide que sólo había una forma de responder a la pregunta: utilizar el aparato de resonancia magnética para escanear el cerebro de la perra. Sus colegas habían desechado la idea porque, como todo el mundo sabe, hay que inmovilizar o sedar a los perros para poder practicarles escáneres. Sin embargo, Greg pensó que si el ejército podía entrenar a perros para operar en las situaciones más difíciles, él también podría hacerlo para que accedieran voluntariamente a someterse a una sesión de resonancia magnética