Nadie quiere al número siete. Los niños no pueden verlo ni en pintura. Lo suman sin ganas, lo restan de cualquier manera, lo multiplican fatal y lo dividen peor todavía. íEs como para volverse loco! Así que no es de extrañar que el pobre haya terminado perdiendo la cabeza. Lo que nadie podía imaginarse es que su locura multiplicara por 7 los problemas de los demás, y por 777, y... íhasta por 7.777.777!
El autor de este libro es Bram Stoker (1847-1912), que se hizo famoso por su novela de terror "Drácula".