La modernidad en literatura comienza en 1881, con la publicación de La desheredada. Con esta novela, Galdós toma una decisión pensada y arri esgada, una decisión histórica: rompe con las divisiones tecnicistas y formales entre los «géneros» literarios, para mayor eficacia político -social del arma ideológica recién reinventada en sus manos: la noveli zación de los conflictos de clases. Representante de la burguesía libe ral revolucionaria decimonónica, realiza una crítica interna implacabl e hacia su propia clase social, con sus propuestas «por encontrar cier tos ideales y resolver ciertos problemas que preocupan a todos, y cono cer el origen y el remedio de ciertos males que turban las familias», ya «en la vida exterior», ya «en la vida doméstica» de «la clase media » o burguesía. Al mismo tiempo, y también desde el frente burgués al q ue pertenece, se posiciona contra el internacionalismo proletario en s us comienzos organizativos en España. He aquí la modernidad, he ahí «l a revolución que acu
La desheredada muestra la decadencia de las clase s media y alta españolas, a través de su protagonista, Isidora, quien desesperada por la perdida alcurnia y fortuna familiar, se empeñará ne ciamente en recuperar la gloria de otros tiempos, rechazando cuantas o fertas la rescatarían de su mísera situación, e incluso el amor desint eresado de Augusto Miquis, un anarquista que, como tal, representa el polo opuesto a las aspiraciones aristocráticas de Isidora. Bajo la im placable ironía galdosiana se recorren vivamente las calles de un Madr id histórica y políticamente convulso y, por lo tanto, de rabiosa actu alidad.