Filiberto es un dragón diferente, es de color rosa y adora cocinar pizzas. Aunque se esfuerza por secuestrar princesas, luchar contra caballeros y hacer todo lo que se supone que lo convertirá en el mejor dragón, el resultado no es el que espera. ¿Y si en vez de fijarse en lo que hacen los otros dragones aprendiese a sacar partido a sus propias habilidades?