Cuatro mujeres y un hombre reflejan en esta colección de relatos sus experiencias eróticas de manera explícita, de modo directo, con absoluto desenfado. El recuerdo de sus tórridas vivencias en el pasado, y en algunos casos en el presente, les dan pie para narrar a su círculo de amigos peripecias y situaciones altamente estimulantes. Ellas son siempre las protagonistas, como expresa el subtítulo del libro -Seducciones de mujer-, aunque los varones aporten una complicidad tan directa como activa.
Paula, Lidia, Verónica y Adela nos conducen por los senderos más estimulantes de la pasión en el marco incomparable del valle del Matarraña, secundadas por Ricard, cuyas dos historias finales -la titulada Ninfas perversas es en realidad una novela breve-, ponen el contrapunto masculino a la trama, aunque sigan siendo las mujeres, independientemente de su edad, de su estado o de sus circunstancias, las verdaderas dueñas de la situación.
Con un lenguaje depurado y elegante, que no rehuye la descripción descarnada de momentos de alta densidad erótica, el autor retorna a la comarca que tan bien conoce y a la que ha dedicado buena parte de su empeño narrativo.
Muchos lectores, tanto ellas como ellos, pueden encontrarse reflejados con facilidad en estos relatos. Tal vez por haber fantaseado situaciones semejantes, quizá por haberlas deseado, incluso por haberlas vivido. En todo caso tienen ahora la oportunidad de solazarse en solitario o en compañía con la lectura de unas vivencias que no les resultarán ajenas.